Características de la silla de ruedas Trial Playa
La silla de ruedas Trial Playa fue diseñada y fabricada por Forta para, en un primer momento, poder deslizarse por la arena de playa e introducirse en el agua. Pero, además de ser capaz de eso, se convirtió en una silla todoterreno, capaz de soportar travesías por el campo o montaña sin ningún tipo de problema. Sus ruedas todoterreno, junto con su capacidad de absorber los baches del terreno (gracias al diseño de sus cruces en horizontal y sus placas laterales, la convierten en una silla de ruedas perfecta tanto para el día a día como para realizar cualquier reto.
Para poder sumergirse, todos sus componentes metálicos son inoxidables. Aun así, es necesario limpiar la silla con agua dulce una vez se ha introducido en piscinas o en el mar, para eliminar restos de cloro y sal. Es necesario llevar un cuidado de esta silla de ruedas si es utilizada intensamente y, sobretodo, si es introducida en agua, dado que aunque los metales sean inoxidables, acaban oxidándose si no se les aplica el mantenimiento correcto.
Si se quiere acudir a la playa, es necesario ir acompañado, dado que los tramos de arena seca son muy difíciles de sobrepasar para el usuario solamente y, una vez en el agua, siempre debe ir el acompañante junto al usuario por precaución. Para deslizarse por la arena de playa con más facilidad, se aconseja deshinchar ligeramente las ruedas traseras para ganar superficie de adherencia y, una vez fuera de la playa, volver a hincharlas para su uso normal.
La Trial playa cuenta con reposabrazos deportivos extraíbles (sin necesidad de herramientas) así como reposapiés extraíbles, abatibles y regulables en altura (todo también sin tener que usar ningún tipo de herramienta). Además, puede ser estrechada incluso cuando el usuario está sentado, pudiendo pasar por puertas estrechas, ascensores, etc. Para estrecharla, el usuario podrá activar el plegado mediante el plegado delantero o el acompañante por el trasero (depende del tipo de plegado que lleve la silla).